Aquí no hay cuento, ni monólogos, ni diálogos, ni soliloquios. No hay narrativa, narrador o personajes. No hay construcción de atmósfera, no hay escenarios, ni paisajes en verbo, ni damiselas en peligro, mucho menos bestias aterradoras. No hay verso y no hay prosa, no hay inicio, nudo ni desenlace.

Aquí no hay nada, aquí no existe nada. El tiempo no existe acá, difícilmente lo hace en otro lado, pero acá no hay rastro de esa ilusión a la que tanto hacemos elogio, a la que tantas cualidades cuasi místicas le atribuimos.

No hay sentimiento ni de felicidad, ni de tristeza. No hay rostros furibundos, pintorreteados de rojo por la circulación aumentando, ni caras saladas derramando lágrimas cual cascadas, ni sonrisas ni muecas de asco.

A veces se pensaría que sería agradable tener algo, por más pequeño que sea; una flor, un arbusto de frutos, un riachuelo o montañas, valles, océanos o islas, pero es mejor el vacío.

Un vacío lleno de cosas.
Aquí no hay cuento, ni monólogos, ni diálogos, ni soliloquios. No hay narrativa, narrador o personajes. No hay construcción de atmósfera, no hay escenarios, ni paisajes en verbo, ni damiselas en peligro, mucho menos bestias aterradoras. No hay verso y no hay prosa, no hay inicio, nudo ni desenlace.
aquí no hay nada, aquí no existe nada.
El tiempo no existe acá, difícilmente lo hace en otro lado, pero acá no hay rastro de esa ilusión a la que tanto hacemos elogio, a la que tantas cualidades cuasi místicas le atribuimos
Un vacío lleno de cosas.
(sin título)



No hay sentimiento ni de felicidad, ni de tristeza. No hay rostros furibundos, pintorreteados de rojo por la circulación aumentando, ni caras saladas derramando lágrimas cual cascadas, ni sonrisas ni muecas de asco.
A veces se pensaría que sería agradable tener algo, por más pequeño que sea; una flor, un arbusto de frutos, un riachuelo o montañas, valles, océanos o islas, pero es mejor el vacío.
---> INICIO